martes, 7 de marzo de 2017

RELIGIÓN INCA


INTRODUCCIÓN

                                La civilización Inca al igual que las grandes civilizaciones del mundo tuvo una religión elaborada, las creencias y ritos del hombre andino han evolucionado desde su presencia en el territorio peruano hasta el Tahuantinsuyo. La fe en el mundo Inca se manifestaba en todo aspecto de su vida, su trabajo, festividades, ceremonias, etc. 
                                La población del Tahuantinsuyo no tenía un concepto abstracto de Dios y mucho menos tenía una palabra que lo expresara. Su religión no era monoteísta, por el contrario existían muchas divinidades de carácter local, regional y pan-regional. Es decir, fue una religión politeísta.
                                Los incas respetaron las creencias y costumbres de cada pueblo que habían conquistado, pero si exigía que debía de rendir homenaje a Inti, dios principal, a quién le daban los debidos tributos. Es de saber que cuando los incas conquistaron señoríos y reinos, estos seguían rindiendo culto a sus dioses antiquísimos como Chavín, Pachacamac, Tunupa, Apo Catequil y otros. Dichos pueblos conquistados por los incas mantenían intacto sus ritos religiosos, a través del tiempo sólo entraron en crisis con la invasión española.

                                 La imposición del culto al Sol se dio de la mano con las conquistas territoriales. Su templo mayor es el Coricancha en Cuzco. En la mitología andina las divinidades, primordialmente los antropomorfos tenían la misma conducta que los seres humanos, pues tenían odios, afectos, sentimientos y pensamientos, pero en las divinidades dichos atributos estaban enaltecidos. Si en la tierra los mandatarios tenían sus esposas, que eran las coyas y las mamacuracas, los dioses también tenían sus esposas e hijos. Por otra parte, si los supremos mandatarios se casaban con sus hermanas, los dioses hacían los mismo, como es el caso del dios Sol que tenía por cónyuge a su hermana la Luna, constituyendo una pareja divina.
                                Los incas a parte de tener una religión politeísta, sus divinidades constituían elementos de la naturaleza, y cada uno de ellos tenían atributos particulares. La religión inca buscaba estar en armonía con la naturaleza, pues ellos sentían que eran parte de ella, por lo que tanto la naturaleza, el hombre y la Pachamama (Madre Tierra), era un todo que estaban interrelacionado de modo perpetuo. Esta visión de la naturaleza era muy opuesta a la visión judeo-cristiana que era depredatoria, donde el hombre es el rey de la creación (concepción antropocéntrica, individualista y egocéntrica) y que debe de dominar (depredar) la naturaleza, esta forma de pensar ha hecho que muchas especies de flora y fauna se hayan extinguido, además que el medio ambiente se encuentre hoy en día alterado, sufriendo sus consecuencias a escala planetaria.

                               En cambio, la cosmovisión andina considera que la naturaleza en su totalidad es un ser vivo. Si el hombre tiene una fuerza vital, también lo tiene todas las plantas, animales y montañas, etc. Explica que el hombre es parte de la naturaleza misma, no pretende dominarla, sólo busca armonía y equilibrio, adaptarse y ser parte de ella. En suma los incas tenían conciencia de la conexión que existía entre la naturaleza y el hombre y si era desequilibrada se generaría consecuencias que afectarían el orden y al hombre.
                               Otro aspecto importante en la cosmovisión andina, la existencia del concepto de "Camaquen", se refiere a una fuerza vital que animaba a todo ser vivo que existía en la tierra, al igual que algunos inanimados como cerros, piedras, montañas, lagunas. En sí el camaquen es un principio de movimiento de las cosas (tanto seres humanos como objetos del mundo). La palabra camaquen fue equiparado con el vocablo "alma" por los conquistadores españoles, modificándolo y adaptándolo a su concepción cristiana para poder evangelizar a la población indígena. Pero en realidad son conceptos distintos, pues en la doctrina cristiana un cuerpo muerto no tiene alma, en la fe del Tahuantinsuyo los muertos recibían tanto respecto como los vivos.

                                Otra cuestión que aclarar es que en la cosmovisión andina no existía un dios creador y hacedor de todo. Pues cuando Tunupa y Wiracocha se presentaron, la Tierra ya existía. Este concepto es un contrabando ideológico que surgió con la colonización española, fueron los sacerdotes católicos quienes identificaron a Wiracocha como el "dios creador a fin de imponer el cristianismo en las campañas de evangelización. En cuanto al ser humano, éste había emergido al mundo desde el interior de la Tierra, haciendo su aparición por cavernas, manantiales, lagunas, cráteres, o cualquier otra oquedad.
                             La etnohistoria ha llegado a la conclusión, que fueron las misiones católicas de España quienes colocaron a Wiracocha el disfraz del dios único y creador de todo, motivado por las razones:

a) Para continuar con la vieja teoría griega que el catolicismo hizo suya (a partir de San Agustín de Hipona), en el sentido de que todos los pueblos del mundo, y en especial los de alto nivel cultural, tenían forzosamente la concepción de un Dios Supremo Creador, que llamaban principio o primera causa o móvil.
b) De acuerdo a la tesis anterior, los misioneros coloniales justificaban su empresa realizaban su campaña de evangelización, argumentando la facilidad de imponer el conocimiento del verdadero Dios, que para ellos era único, universal y todopoderoso. 
                                La idea de que Wiracocha sea un dios hacedor y creador de las cosas, es por lo tanto, una exageración e invento, producto de los célebres "extirpadores de idolatrías", nombre con el que se conoce a los que persiguieron y destruyeron las religiones andinas. Wiracocha es un dios guía y ordenador de hombres, animales y plantas.
                               Por otra parte, a fin de mantener contento a las divinidades se realizan diversas ceremonias y rituales, para buscar el bienestar de la gente. Las supersticiones y ritos, aseguraban las diversas acciones de la vida humana, animal y vegetal. En el mundo andino existían diversas ceremonias para garantizar la buena marcha de la labranza, la ganadería también tenía su ritual.
                              En el mundo andino, las ideas mágico-religiosas tenían mucho vigor y tales creencias intervenían en todo. Para el hatunruna, la religión inca ofrecía la justificación del origen de la etnia inca, del Estado y de toda la organización general, incluso los dioses tenían sus propiedades territoriales trabajadas por yanas y mitayos, cuyos bienes producidos eran administrados por sus respectivos sacerdotes. La magia y religión influían en la totalidad de los aspectos de la vida cotidiana y pública desde los individuos desde las clases sociales más bajas hasta los personajes e instituciones de más alto nivel; y desde la concepción hasta la conservación del cadáver. 
                               En aquellos tiempos, a fin de conseguir favores o mantener satisfechos a los dioses, se realizaban diversos rituales en ella para ello utilizaron una diversidad de productos rituales como el maíz, la ropa fina (de cumbi), la hoja de coca y la concha marina llamada mullu (spondylus).

                              Dentro de los sacrificios realizados en el mundo andino, a fin de satisfacer a los dioses, se realizaban sacrificios de animales, como el de la llama.

                              Durante el año los incas realizaban diversas festividades, con relación relación a las actividades agrícolas y a los cambios climáticos. Entre ellas se realizaban sacrificios humanos pero de modo esporádico y era honor para la familia del hatunruna que su hijo (a) sea elegido para la capacoha "sacrificado".
  
CARACTERÍSTICAS DE LA RELIGIÓN INCA
                                La religión formaba parte de la superestructura del Estado Inca, por lo que sirvió a las clases dominantes para justificar su poder. La religión inca se convirtió en la vía de compresión de la mayoría de fenómenos naturales, a los que sólo se les podía dar una explicación natural. La divinidad suprema era el Apu Kon Tiki Wiracocha, que fue un dios que ponía orden (cosmos) sobre el desorden (caos). La religión inca tenía las siguientes características:

Era politeísta: Porque creían o rendían culto a varios dioses.
Era panteísta: Adoraban a dioses o seres del mundo natural (fuerzas de la naturaleza), tales como ríos, lagunas, cuevas, luna, sol, lluvias, arcoiris, etc.
Era Heliólatra: Su concepción religiosa giraba alrededor de un principal que es el Sol
Era mitológica: Porque su explicación o sustento se realiza a través de mitos
Era Animista: Porque creían que los elementos de la naturaleza tenían espíritu. De allí la idea que todo que todo ser vivo e inanimado tenía una fuerza vital denominado "camaquen".
Era Orfista: Porque rendían culto a los muertos.
Era Antropomorfista: Porque sus dioses tenían representación humana.
Era Zoolátrica: Porque adoraban también a algunos animales.
Era Cíclica: Consideraba que cada cierto tiempo se produce un caos obligando a los dioses intervenir.
Era Selectiva: Porque cada dios de su religión tenía un culto determinado, estableciéndose ritos propios y ceremonias en honor a la divinidad dentro de cada nación.
Estaba ligado al trabajo, pues la religión fue una manifestación de los hombres del campo, de una sociedad de agricultores, permanentemente preocupados por la producción agrícola.


       BIBLIOGRAFÍA


zEspinoza Soriano, Waldemar. LOS INCAS: Economía Sociedad y Estado en la era del Tahuantinsuyo. Amaru Editores. Lima. 1987.
zMacera D. Pablo. Historia del Perú 1ro de Sec. Edit Labrusa. Lima. 1981.
zRostworowski. María. Incas: Enciclopedia Temática del Perú. Edición de El Comercio. Lima. 2004.
zTRILCE. Historia del Perú 1. Edición Organización Educativa Trilce. Lima. 2012.
zhttp://www.historiacultural.com/2010/03/dioses-religion-inca.html
zhttp://www.madrimasd.org/blogs/universo/2010/02/21/135460
zhttp://eltiempodecronos.blogspot.pe/2017/02/sacrificios-humanos-en-el-peru.html