jueves, 27 de febrero de 2020

MURALLAS DE LIMA
                                          
                                        Tras fundarse la Ciudad de los Reyes en 1535, Lima empieza experimentar la presencia de enemigos de España por lo que el siglo XVII, es decir entre 1684 y 1687 durante el gobierno del virrey Melchor de Navarra y Rocafull (Duque de la Palata), se empieza a construir una fortificación tanto en Lima como en Trujillo constituidas por muros y bastiones o baluares, ante posibles ataques externos de piratas, corsarios y/o enemigos de la corona española. La muralla constaba de 10 portales de ingreso, las cuales recibían las siguientes denominaciones.
1. Martinete
2. Maravillas
3. Barbones
4. Cocharcas
5. Santa Catalina
6. Guadalupe
7. Juan Simón
8. San Jacinto
9. Callao
10. Monserrate
                                          Por lo tanto, Lima era una ciudad amurallada al mismo estilo que algunas ciudades romanas que se hallaban amuralladas, pero contaban con puertas de acceso a la ciudad que eran bien cuidadas y guarnecidas. Existía un horario para abrir las puertas y en la parte superior de la muralla había vigilantes. Por otra parte toda mercancía que ingresaba a la ciudad pagaba impuestos, por lo que se puede decir que las portadas o vía de acceso a la ciudad, constituían una aduana interna.
                                          La zona externa de la muralla era llamada extramuros, lugar solitario, peligroso por la presencia de bandoleros y con el tiempo se convirtió en un gran basural de Lima, con presencia de miles de gallinazos con son aves carroñeras propias de la capital. Es decir Lima, estaba circundada aparte de la muralla de adobe, también estaba rodeada por un cerco de basura o de desperdicios.
                                         La decisión de la construcción de la muralla se debió a un temor o el miedo que generó el ingreso al Pacífico del corsario flamenco Edward Davis, quien con otros filibusteros saquearon Sechura, Chérrepe, Saña, Casma, Santa, Huaura y Pisco. Como también influyó la toma de Portobelo (Panamá) y la caída de Veracruz (México) en 1683 por parte del filibustero Lorencillo. Es de saber que España durante el tiempo que duró el virreinato, estuvo en guerra con diversos países europeos como Inglaterra, Francia y Holanda, países que deseaban ingresar comercialmente en las colonias hispanas, pero las leyes del monopolio comercial español se lo impedían, por lo que ello motivo la presencia de piratas y corsarios, como también del contrabando.
. Mapa de América publicado por Jodocus Hondius en 1640.

                                        EL cronista Josephe de Mugaburu en su Diario de Lima escribió la siguiente reseña sobre los inicios de la construcción de la muralla, la cual se inicio como dice la impresión, un día viernes 30 de junio, día del apóstol San Pablo, en 1684.

                                        Como dice en la nota anterior, el proyecto que era antiguo pues contaba contaba con una serie de documentos relativos a la futura muralla. Por lo que el gobierno del duque de la Palata, el virrey Melchor de Navarra y Rocafull. Para ello el proyecto contó con la asesoría del ingeniero español Luis Venegas Osorio, luego reformado por el cosmógrafo mayor del reino, el jesuita holandés Juan Ramón Conink, y el alarife Manuel de Escobar. El vocablo alarife es un término antiguo árabe que designa al arquitecto o maestro de obra.
. Virrey Melchor de Navarra y Rocafull. Conde la Palata. 
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                                         Las murallas constituyeron un cerco completo alrededor de Lima, sin dejar sitio desguarnecido o abierto, encerrando la capital del virreinato y sus huertas por tres de sus cuatro costados, dejando como protección natural el cauce del río Rímac. Según el historiador peruano Guillermo Lohmann Villena la muralla tenía una longitud de 11,700 metros, la altura máxima era de cinco metros por el lado externo y cuatro por el lado interno. Contaba con 34 baluartes que lo reforzaban y tenían forma pentagonal, en su construcción se arrasaron gran parte de huacas (restos arqueológicos de adobe de forma piramidal). El perímetro de la muralla sería el trazado de las actuales avenidas Alfonso Ugarte, Grau, Circunvalación, Paseo Colón, el jirón Rivera Dávalos entre Barrios Altos y El Agustino, y la margen izquierda del río Rímac. Se puede decir, por donde estuvo la muralla se abrieron las avenidas, siguiendo la ruta exacta de la muralla y/o aproximada a ella.
                                         Según el padre Antonio San Cristóbal (Descubrimientos en la Muralla de Lima, 2003), la muralla consistía en un muro grueso y alto de trayectoria rectilínea o ligeramente encurvada, anteponiéndose hacia el exterior unos baluartes formados por dos lados cortos, perpendiculares al muro de base, unidos hacia fuera por otros dos lados más largos formando un ángulo puntiagudo. Esa es la imagen que observamos en los planos antiguos de Lima. 
. Observese en este plano antiguo que el casco histórico de la ciudad capital se asemejaba al tablero de ajedrez, donde cada manzana (espacio urbano delimitado por cuatro calles) tiene forma cuadrada, de ella deriva la denominación de Lima cuadrada. Véase también las huertas que rodeaban al casco urbano que se encuentra en el perímetro interno de la muralla, cuyos cultivos trabajados por indígenas abastecían en parte de alimentos a la ciudad. Nótese en el extremo izquierdo del plano la reducción o doctrina de indios llamada Apóstol Santiago del Cercado, cuya plaza tiene forma de romboide, algo muy peculiar.
LAS MURALLAS DE LIMA: SIGLOS XVII, XVIII Y XIX | by Cultura Para Lima |  Medium  

                                        Sobre la razón de su construcción, hay diversas opiniones pues Lima nunca sufrió un ataque de piratas tal como se pensó. Esta construcción emprendida por el virrey Duque de la Palata, deviene desde los tiempos de Pizarro, donde hubo la idea de erigir una casa fuerte o ciudadela de Lima, pero en ese momento el peligro no venía de la costa ni del mar, sino de la sierra. Es saber que los españoles que llegaron a nuestras tierras manejaban una mentalidad feudal propia de la edad media europea. Como parte de su reminiscencia medieval, manejaban la idea de una estructura de defensa que rodea a un núcleo, como una fortaleza o un castillo. La idea de fortaleza se hizo tangible con la construcción del Real Felipe que es una estructura militar construida en el siglo XVIII en la bahía del Callao, durante los gobiernos de los virreyes José Antonio Manso de Velasco y Manuel Amat y Juniet. Podemos decir que es la única obra de arquitectura militar existente en el Perú, siendo su objetivo defender el puerto del ataque de piratas y corsarios.
                                        Historiadores como José Antonio de Lavalle han señalado lo innecesario la construcción de murallas en la defensa de Lima, pues si hubiera peligro <<bastaba en caso de apremio, evacuar a las poblaciones a lugares situados al interior, para que el eventual invasor tuviera que contentarse con reducir a cenizas el caserío, o se retirara en el caso de que la resistencia fuera de su consideración>>. Por lo que según este historiador, este era un medio de defensa simple pero efectiva desde antes de la construcción de la muralla. 
                                        Por otro lado, los limeños de aquella época tuvieron la idea de que los asuntos que preocupaban a España, como la guerra y los piratas estaban muy lejos de su ciudad como para preocuparse. Pensaban que cualquier enemigo de España que quisiera atacar Lima debía de cruzar el océano Atlántico, sortear el peligroso Cabo de Hornos y doblar al Pacífico hacia el norte: luego, encontrar un lugar adecuado donde atracar los barcos, posteriormente cruzar el extenso desierto sin caballos, por lo que el riesgo al fracaso era muy alto. Por lo tanto, la naturaleza le permitía disfrutar a la capital del virreinato de una relativa paz, si en caso era necesario, solo bastaba fortificar el Callao. El Perú no era un lugar al alcance, como lo era La Habana o Cartagena de Indias, que por su posición en el mar estaban con mayor posibilidad a ataque. Ademas nuestro país por su posición geográfica no tenían un nivel de contacto cercano, como si lo tuvieron los puertos cercanos a Panamá.  
                                        Geográficamente, Lima era un lugar muy lejano y no era tan expuesto como lo fue La Habana, Cartagena de Indias o San Juan de Puerto Rico, que por su ubicación en medio del Atlántico si estaban con mayor riesgo a un posible ataque de los enemigos de España. Por lo que según el historiador Guillermo Lohmann, sus muros que constituían prolongadas líneas horizontales, su estructura era endeble (adobe y cimentación muy somera), además estaban defendido por un escaso armamento y/o elemento auxiliar de protección, son una prueba de la tranquilidad que se experimentaban al interior de estos cinturones defensivos. Por lo que se puede decir que su construcción no se justificó.
                                         Para inicios del siglo XIX habían 10 portadas de ingreso a la amurallada ciudad de Lima, aunque esta nunca fue atacada por piratas, razón por el cual se construyó esta muralla, pero durante su existencia colonial sirvió para controlar mediante peajes el ingreso de personas y mercaderías a la ciudad. Motivo por el cual siempre realizaban reparaciones y limpieza en sus zonas externas, para evitar que las personas de forma clandestina ingresen a la ciudad, es decir tuvo un papel de control de gobierno de sobre los habitantes de Lima.
. Fuente: Lima la única (Portada de Maravillas - Barrios Altos), considerada como una de las más bellas que tuvo la muralla de Lima. Foto de Courret - 1868.
 
Lima la Única: La Muralla de Lima y sus portadas
















. Fuente: Lima la única (Portada del Callao), estuvo localizada en lo que hoy es el ingreso al jirón Moquegua en la plaza dos de mayo.
Lima la Única: La Portada y el camino al Callao


                                        Mediados del siglo XIX, la historia continua y la población aumenta, por lo que la ciudad se expandía, ello motivó o fue necesario su demolición. Ella se inició en la segunda mitad del siglo XIX cuando se construyó la línea del ferrocarril de Lima a Callao en 1851 durante el primer gobierno de Ramón Castilla, siendo el primer ferrocarril de Sudamérica.
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                                        Para 1870 durante el gobierno de José Balta, este cerco perimétrico de cerca de 12 km que circundó la ciudad de Lima durante 200 años. Empieza a ser a ser demolido, motivado por la expansión urbana, como también por una epidemia que afectó a la población y los consejos médicos de la época apuntaban que la muralla era un perjuicio para la salubridad pública. Para la demolición de esta colosal muralla de la época colonial, se contrató al empresario norteamericano Enrique Meiggs, ella fue un gran negocio para Meiggs pues se benefició con el bajo precio del terreno en muchas zonas que poco después elevaron su valor, tal como sucede hoy en día, donde empresas inmobiliarias compran casonas o quintas en estado ruinoso a un precio de terreno, luego la demuelen y construyen edificios, tal como sucede en Barrios Altos.
                                             Ahora evocaremos aquellas épocas a través de las fotos de los últimos vestigios de lo que la muralla de Lima, de las cuales quedan y se hallan en mal estado, deteriorándose continuamente debido al desconocimiento de las personas y por el olvido de las autoridades que deben de velar por su conservación. De lo investigado, es el baluarte de Santa Lucía que se localiza a la altura de la estación de El Ángel del metro de Lima, en el límite entre Barrios Altos y El Agustino. Entiéndase por baluarte o bastión a un reducto fortificado que se proyecta hacia el exterior del cuerpo principal de una fortaleza, en este caso de una muralla. Ha aquí una vista de frente del baluarte de Santa Lucía.
En esta foto tomada desde la explanada de la metro de Lima, se percibe la forma pentagonal que tuvo dicho baluarte.


La atalaya de vigilancia del baluarte de Santa Lucía.

En esta foto antigua de la atalaya del baluarte de Santa Lucía se observa hoy una especie de ventanita, pero en realidad fue una hornacina con elementos decorativos adosado a ella que hoy ya no existe, solo queda las huellas que se reconocen por las impresiones en las paredes. Es posible por la religiosidad de la época que dicha hornacina contenía algún santo o virgen.

En la actualidad solo queda huella. El interior de dicha hornacina parece haber sido pintado de color celeste.


Observe la parte interna de la atalaya del baluarte de Santa Lucía.

Vista interior del baluarte de Santa Lucía. Observese dos tipos de muros, uno externo que es el más alto y el interno que es más ancho y por donde se desplazaban los vigías.


Fotos del entorno externo de este baluarte se puede percibir que alrededor suyo hay un camino empedrado.


Como se vio en las anteriores fotografías, la muralla comenzaba con una basamento de piedra canto rodado unido con una mezcla de barro con paja, sobre ella se asientan el adobe (es un ladrillo sin cocer, hecha de una masa de barro compuesta por arcilla y arena y a veces mezclado con paja, tal como se realizó en el Perú colonial, era moldeada en forma de ladrillo y secada al sol). Es de sobreentender que estas piezas de ladrillo y la construcción de los muros de esta muralla fueron hecho con mano de obra indígena.
En la actualidad en la parte externa de este baluarte se halla descuidada, las personas lo utilizan como urinario, arrojan y queman basura. Ello muestra la falta de conocimiento y valoración de vestigios de nuestro pasado, las imágenes lo dicen todo.

                                        Por lo que de aquella gran muralla construida durante el gobierno del virrey Melchor de Navarra a fines de siglo XVII, la cual estuvo compuesta por muros y baluartes que circundaban la "Ciudad de los Reyes" como inicialmente se le llamó a la capital del virreinato, solo quedan fragmentos que nos hacen retroceder en el tiempo y pensar como era o sería la dinámica en aquellos tiempos. Estos últimos vestigios resisten a pesar del tiempo transcurrido, pero la destrucción por parte de las personas y la indiferencia de las autoridades harán que solo queden recuerdos de estas murallas.
                                        En el límite entre Barrios Altos y El Agustino, mas preciso en la intersección entre los jirones Rivera y Dávalos y Pativilca, se localiza los vestigios arquitectónicos del baluarte Puerto Arturo las cuales están en franco proceso de deterioro. En torno a dicho muralla se construyó la casona que hoy lleva la denominación de casona de Puerto Arturo que alberga a muchas familias de escasos recursos.
. Vista de la intersección de los jirones Pativilca y Rivera y Dávalos, donde se localiza el baluarte y la casona de dos plantas que también está en proceso de deterioro.

Un sector de la casona que se encuentra en estado ruinoso.
Vista del baluarte Puerto Arturo, observese la disposición de los adobes y el estado en que se encuentra. Véase la parte baja de la muralla que está en proceso de erosión, cuando se esta sea más profunda la muralla se derrumbará. 


Este baluarte cuenta cuenta con una ventana de forma trapezoidal, observese los bloques rectangulares de adobe unidos con argamasa de barro, en la parte superior hay un dintel de madera que sostenía una estructura de adobe.



                                        Por último en la urbanización Santoyo, en el límite entre Barrios Altos y El Agustino, a una cuadra de la plazuela del Cercado. Se ubica el baluarte Comandante Espinar identificable por sus muros y material constructivo. Se sabe que durante los años 50 del siglo pasado dicha zona se empezó a lotizarse, por lo que dicho baluarte sufrió daños y atentados producto del desconocimiento y la necesidad de vivienda. En la actualidad, los segmentos que constituyen dicho baluarte se encuentran en estado calamitoso producto de la ignorancia de las personas que viven en sus alrededores y la desidia de las autoridades como del Ministerio de Cultura y de la Municipalidad Metropolitana de Lima. He aquí las imágenes fotográficas que atestiguan el estado en que se encuentran el baluarte en mención.
. He aquí los vestigios del baluarte Comandante Espinar. Nótese que es una construcción netamente de adobe, dicha construcción tiene un cierto grado de inclinación hacia el interior y presenta algunos detalles en la parte superior. Este vestigio de la muralla de Lima se localiza en la esquina formada por el jirón Rivera y Dávalos y el jirón República (El Agustino).


                                        
. El otro vestigio del baluarte Comandante Espinar se encuentra en el jirón Rivera y Dávalos 725, en donde hay un pasaje por se ingresa al interior de un conjunto habitacional separados por angostos pasajes, ahí se encuentra muros de lo que fue el baluarte Comandante Espinar y se hallan en proceso de abandono y deterioro, pero al conversar con una vecina del lugar me informó que tuvieron la idea de cercarlo, pero el Ministerio de Cultura se los impidió, privando de una iniciativa ciudadana de preservar este vestigio arqueológico y conllevando a un proceso acelerado de destrucción.
. Vista panorámica del muro que fue el baluarte Comandante Espinar, este vestigio se encuentra al interior de un conjunto de viviendas. Observese que está rodeado por grandes edificaciones.


. En esta fotografía antigua tomada en el 2012 del baluarte Comandante Espinar ilustrada en el blog de Anthony Valverde Victorio, no se nota las grandes edificaciones que se muestra en la foto tomada por mi persona. 

. En una esquina de dicho baluarte se ha utilizado como jardín, cochera o le han dado otro uso, y a su vez rodeado de viviendas que se han edificado de modo desordenado a su alrededor.
. A la altura del auto estacionado se ha formado una abertura producto del deterioro.

. En esta secuencia de fotos se observa la hilera de adobe, el tapiado. Personas en un acto delincuencial han pintado este muro con mucha historia. 

. Fotografía antigua tomada en el 2012 de la forma pentagonal del baluarte Comandante Espinar ilustrada en el blog de Anthony Valverde Victorio, se muestra el grosor del muralla rodeada por viviendas.

            


NOTA: Todas las fotografías de la muralla de Lima son de mi propiedad, las demás son parte de la bibliografía utilizada.


              BIBLIOGRAFÍA




tAugustin Burneo, Reinhard. El damero de Pizarro. El trazo y la forja de Lima. Municipalidad de Lima (Munilibro 8). Lima. 2017.
tBromley Seminario, Juan. Las viejas calles de Lima. Municipalidad de Lima. Lima. 2019.
thttp://blog.pucp.edu.pe/blog/juanluisorrego/2010/10/05/historia-de-la-muralla-de-lima-2/ 
thttp://apuntesdearquitecturadigital.blogspot.com/2018/05/las-murallas-de-lima-testimonio-actual.html 




ESTATUA DE EL ESTIBADOR
                                        
La presencia de la colonia belga no ha sido numerosa en el Perú como los italianos, chinos, franceses, alemanes y japones. Pero su presencia en diferentes campos se remonta a la época colonial, por lo no deseaban estar ausentes en este magno evento, obsequiándonos una escultura que representa a un estibador obra del escultor belga Constantin Meunier.

Es una pieza de bronce de 2.10 metros de altura que fue inaugurada por Leguía en junio de 1922, se halla ubicada a la altura de la primera cuadra de la avenida Leguía (Hoy avenida Arequipa). Es de saber que esta escultura es una réplica del "Descargador del puerto de Amberes", escultura también realizada por Constantin Meunier.
Esta es la estatua original localizado en el puerto de Amberes (Bélgica), es una de las obras más importantes del escultor belga Constantin Meunier.

Esta estatua se localiza de modo preciso en un pequeño espacio público llamado plaza Bélgica, donde también se halla la escultura de Mariano Melgar.

Placa que recuerda la presencia belga en los homenajes por el centenario de la independencia del Perú.


                        CONSTANTIN MEUNIER
                                 (1831 - 1905)

                                                                                          Pintor y escultor belga. Artista polifacético de estilo realista, se formó en academias oficiales y estudios particulares en Bruselas, y se dedicó a la pintura religiosa e histórica. En los años ochenta del siglo XIX se interesó por el mundo del trabajador, temática que le inspiró varias pinturas y esculturas.
                                                                                          Constantin Émile Meunier aprendió primero de su hermano, el grabador Jean-Baptiste Meunier, para luego ingresar en 1845 en la Academia de Bruselas, donde fue dirigido por el escultor Louis Jehotte desde 1848. Después, entre 1851 y 1857. Hizo amistad con artistas como Louis Dubois o Félicien Rops, con los que fundaría en 1868 la Société Libre des Beaux-Arts (Sociedad Libre de Bellas Artes) en Bruselas, exponente del realismo de vanguardia.
                                                                                         Más tarde cambió su temática por cual representaba a los trabajadores de la zona de la provincia de Henao en Valonia y la sombría degradación de sus paisajes. Mostró especial atención al mundo de la minería, con obras como El viejo caballo de la mina de carbónLa explosión de grisú (1887, sobre una tragedia real), Las mujeres de los mineros o Regreso de los mineros. Trabajó casi exclusivamente en bronce, dando a sus figuras de trabajadores conciencia de su humanidad y dignidad.

                                                                                         En 1887 fue nombrado profesor de la Academia de Lovaina y luego de la de Bruselas. También fue elegido miembro de la Academia Real de Bélgica (1900), recibió varios premios como pintor (medalla de bronce en la Exposición Universal de 1889) y como escultor (gran premio en las exposiciones universales de 1889 y 1900, oficial de la Orden de Leopoldo y caballero de la Legión de honor en 1889).
. Fuente: http://belgicacontigo.com/novedades/la-plazuela-belgica-raíces-belgas-en-lima/ 

NOTA: Todas las fotos son de mi propiedad, y algunas de la red.