jueves, 22 de febrero de 2018

MIRADOR DE INGUNZA


















                   INTRODUCCIÓN
                                     Seguro que habrás visto al pasar por la plaza de Acho y cruzar el puente Abancay para ingresar al centro de Lima, una especie de torre que da frente a la plaza de toros de Acho. Recuerdo que había escuchado en el colegio o de personas mayores que era de la época de los virreyes, mandado a construir por el virrey Amat y Juniet para poder espectar las corridas de toros junto con "La Perricholi" (Micaela Villegas), porque en aquellos tiempos no dejaban entrar a las mujeres a la Plaza de Acho, debido a la idiosincrasia de la sociedad virreinal de ese entonces.
                                       Siempre tuve el deseo de observar de cerca esta torre que lo veía diariamente al pasar, camino al trabajo y/o universidad, por lo que me propuse ante la menor oportunidad ingresar y conocer de cerca esta expresión arquitectónica de época pasada y saber si pertenecía a la período virreinal o republicano. El año pasado realicé una serie de fotografías de dicho mirador, tanto desde el exterior como desde el interior, apreciando un ejemplo de patrimonio inmueble arquitectónico.
                                        Hoy este mirador está en un estado calamitoso, por la inacción de autoridades e instituciones (Ministerio de Cultura, Instituto Nacional de Cultura, Municipalidad del Rímac) que debían de velar por su conservación, pues requiere urgente una restauración. El presente trabajo permitirá a que se conozca algo de dicho mirador, con fotografías de distintos ángulos y con bibliografía de investigadores del caso. Pensar que Rímac cuenta con muchas expresiones arquitectónicas de la época colonial que deben de conservarse, pues son patrimonio cultural de la Nación, pero el Estado Peruano no toma acciones para su preservación. Por lo que el Mirador de Ingunza, a pesar de su estado de abandono debe de ser puesta en valor para que sea apreciada por las generaciones futuras.

                                      
           MIRADOR DE INGUNZA

1) LOCALIZACIÓN
                                               El mirador en mención se ubica entre las calles Hualgayoc y Marañón, en la zona llamada Acho. Hoy se halla en medio de viviendas tugurizadas y negocios, como dicen algunas investigaciones anteriores, existía un modesto hotel signado con el número 511 del jirón Marañón, cuyo callejón daba paso al mirador, (hoy dicho hotel, ya no existe pues fue derruido, dejando libre la estructura del mirador, tal como atestigua las fotos).
FOTO: Javier Cuentas M(Inmueble ubicado en el jirón Marañón signado con el número 511, en cuyo interior se halla el mirador de Ingunza. Foto tomada donde se percibe que es un espacio vacío, sólo queda vestigios en el suelo del antiguo hotel).
                                             Esta es la esquina donde se localiza el Mirador de Ingunza, la calle Hualgayoc termina en el Paseo de Aguas. Dicho patrimonio inmueble fue declarado Monumento Histórico - Artístico, mediante R.S. N° 2900 - 72 - ED, el 28 de diciembre de 1972. Luego la UNESCO en 1991, declaró que este inmueble junto con la Plaza de Acho, como Patrimonio Cultural de la Humanidad, pues ambos son complementos arquitectónicos e históricos. Es de saber que gran parte de la casa quinta Ingunza se derrumbó con el terremoto de Lima en 1940, quedando sólo de pie el mirador, permaneciendo dicha estructura de pie hasta nuestros días.
FOTO: Javier Cuentas M. (esquina entre los jirones Hualgayoc y Marañón)
Foto: Javier Cuentas M. (vista del mirador desde la calle de Hualgayoc).
2) IDEA DE SU CONSTRUCCIÓN

                                               El Mirador de Ingunza fue concebido por el abogado huanuqueño Francisco Esteban de Ingunza y Basualdo, quien por sus viajes por distintas partes del mundo y observar muchos minaretes morisca como en: España, el imperio ruso, Turquía, Persia, Egipto y otros países del oriente, le permitió concebir el diseño de dicho mirador, en cuanto a su forma y detalles arquitectónicos. Por lo que en el siglo XIX, al interior de su quinta que era de regular extensión, ordenó la edificación del mirador en mención. Para ello contrató al francés Paul Nicolás Chalón, quien llevó a cabo su construcción, culminando en 1858. Su inauguración fue con toda pompa, siendo parte de la "Casa Quinta de Ingunza", se dice que el costo inicial de dicha edificación ascendía a 964 pesos, pero cuenta que el constructor Paul Nicolás Chalón realizó gastos adicionales por las agregaturas arquitectónicas que se realizaron en el trayecto, por lo que presentó una nueva factura a cobrar por una mayor cantidad. Luego años más tarde se adiciona, al lado de la primera estructura, otra edificación octogonal.
                                               El mirador tuvo por finalidad de ver desde el cuarto nivel las corridas de toros que se realizaba al interior de la Plaza de Toros de Acho. Es de saber que existe una similitud, pero guardando las diferencias arquitectónicas y de tiempo entre la Plaza de Toros de Real Maestranza de Caballería que está circundada rodeada por el río Guadalquivir, y entre ellos la Torre de Oro. En el Perú, tanto la Plaza de Acho y el Mirador de Ingunza está circundada por el río Rímac.
                                               Cuenta las crónicas de la época que el mirador era usado por Francisco de Ingunza, cada vez que se organizaba corridas de toros en la Plaza de Toros de Lima, dicho magistrado tenía por costumbre organizar fastuosos almuerzos en el cuarto nivel del mirador, pues era un lugar privilegiado de donde se observaba más de dos tercio del coso. Se dice que cuando se inauguró el mirador en 1858, en el cuarto nivel hubo más de dos decenas de invitados, contraviniendo a los detractores de la época quienes auguraban que dicha edificación se derrumbaría en poco tiempo, lo que en el tiempo no se dio y que dicho mirador continua edificado hasta el presente.
                                      
                        Francisco Esteban de Ingunza y Basualdo

3) MODELO DE SU CONSTRUCCIÓN
                                       El Mirador que tiene forma de un alminar1El mirador que es una pieza arquitectónica tiene una forma octagonal, su diámetro es de 3.75 metros; además la edificación se eleva en cuatro pisos teniendo una altura aproximada de 19 metros, coronada por un giraldilloo cúpula. Los niveles están relacionados por escaleras en forma de caracol siendo los superiores lo que tendrían una visión panorámica al estar revestido de vitrales en torno a su contorno.
1. Alminar: Alminar o minarete, son palabras árabes que designa a las torres de las mezquitas musulmanas.
2. Giraldillo, es el nombre popular que recibe la escultura que corona la Giralda de Sevilla. Y Giralda es el nombre que recibe la torre campanario de la Catedral de Santa María de la Sede de la ciudad de Sevilla, en Andalucía (España).
FOTO: Javier Cuentas M. (Visión frontal del mirador, observándose sus cuatro niveles y su diseño octagonal. Tal como se observa, consta de cuatro pisos interconectados por escaleras de caracol. En sus tiempos de esplendor su puerta era de roble y cedro, techos entablados de pino, ventanales con bastidores, vitrales y herrajes y barandas en el tercer y cuarto piso).
FOTO: Javier Cuentas M. (Vista del mirador desde el lado izquierdo).
FOTO: Javier Cuentas M. (Vista del mirador desde el lado derecho).
Foto: Javier Cuentas M. (Vista del mirador desde el puente peatonal de Acho. Obsérvese los ventanales con bastidores, vidrios y herrajes, además barandas en el tercer y cuarto piso).
                                              La construcción del mirador se concluyó en 1858, posteriormente en 1961, tras la ampliación de los exteriores de la Plaza de Acho se agregó otra edificación octagonal en la parte posterior de la primera estructura. Dicha construcción es de menor diámetro y tenía por finalidad reforzar el mirador y evitar un posible derrumbamiento. En el tercer nivel se edificó una garita de madera que sirvió en primer lugar como repostero y luego en un comedor familiar.
FOTO: Javier Cuentas M. (Edificación octogonal en la parte posterior del mirador, obsérvese en la parte superior la garita de madera ).
Foto: Javier Cuentas M (Obsérvese aquí la garita de madera construida en el tercer nivel de la pieza octogonal que se construyó en la parte posterior del mirador. Obsérvese claramente los ventanales con bastidores y vitrales. Además se percibe su balcón circundante).
                                                 La siguiente foto ilustra el material que se utilizó para la edificación que acompaña al mirador, se puede percibir que la estructura es de madera, completado con un trenzado de carrizo y empastado con barro mezclado con paja. Por lo que en la actualidad dicha construcción se halla en mal estado de conservación, siendo proclive a un derrumbamiento.
FOTO: Javier Cuentas M. (Muestra del estado actual de dicho recinto arquitectónico).
                                         Tal como atestigua la siguiente foto, el primer piso del mirador fue hecho con material noble, es decir ladrillo y calicanto3, el segundo piso esta hecho de ladrillo y tijerales de madera. Por lo que han resistido el paso del tiempo, debido al empleo de material noble dándole mayor durabilidad, pues sus columnas sirven de contrafuertes4 y la escalera de caracol conecta los cuatros pisos del mirador, están hechas de madera de Pino Oregón.
3. Calicanto era una argamasa (cemento de la época), que resulta de la mezcla de arena, cal y clara de huevo, que al secar es un adherente de los ladrillos.
4. Contrafuertes: En arquitectura es un elemento estructural, constituye en un refuerzo vertical del muro de una edificio, generalmente exterior, ella permite resistir los empujes transversales, es decir que contiene y contrarresta las presiones laterales. Son hechas en piedra, ladrillo o en hormigón.
Foto: Javier Cuentas M.
Foto: Javier Cuentas M. (Vista del interior del mirador, obsérvese los techos entablados de pino)
Foto: Javier Cuentas M. (Vista del primer nivel, obsérvese la parte frontal y el material de construcción de dicho mirador. Nótese que en este nivel sólo hay los espacios que corresponden a las ventanas, pero no hay su estructura, quedando sólo vestigio de ella).
Foto: Javier Cuentas M. (Vista del segundo nivel, percibiéndose la forma y distribución de las ventanas y puertas hechas de roble y cedro).
Foto: Javier Cuentas M. (Vista del tercer y cuarto nivel del mirador, en el tercer nivel se percibe un balcón que lo circunda, ambos niveles presentan vitrales).
Foto: Javier Cuentas M. (Vista del tercer y cuarto nivel, toma desde la parte inferior del mirador).


                                              El mirador termina en una cúpula de calamina de zinc (pintado de rojo), que en la actualidad se halla en estado calamitoso, además por las ventanillas abiertas y por los orificios de dicha cúpula ingresan los gallinazos convirtiéndolo en su guarida o nidales.
FOTO: Javier Cuentas M. (vista de la cúpula mostrando su actual estado).
Foto: Javier Cuentas M. (Vista del tercer y cuarto nivel con la cúpula).
                                               Terminando la descripción de dicho mirador, tras su inauguración con todo una pompa en 1958, pero será en junio de 1860 donde se coloque en el pináculo5 del mirador la estatua de madera de un indio o cacique.
5. Pináculo: Se trata de un elemento arquitectónico constructivo y decorativo característico de la arquitectura gótica, también se extendió a otros estilos. Ella se halla en la parte superior y más alta de un templo o de otro tipo de edificio.
Foto: Javier Cuentas M. (Vista de perfil, obsérvese el actual estado de la estatua, manchado por las heces de los gallinazos que se posan sobre ella constantemente. Si observan bien la escultura en mención, hace referencia a un indio del Caribe6, pues debido al clima tropical los indígenas de esta parte de América paraban con el torso descubierto y sólo con un taparrabo, además tenían un ciño con plumas alrededor de su cabeza).
6. Caribe: Es una región conformada por el mar Caribe, sus islas y las costas que rodean a este mar. La región se localiza al sureste de Norteamérica, al este de Centroamérica y al norte de Sudamérica.



Foto: Javier Cuentas M. (Vista de parte frontal de la escultura de madera. Actualmente a dicha escultura le falta la mano derecha e izquierda, como también el pie derecho).
Foto: Javier Cuentas M. (Vista del rostro del indio manchado por las deposiciones de los gallinazos).
Foto: Javier Cuentas M. (Nótese que el rostro del indio está muy manchado por las deyecciones de los gallinazos, que siempre lo toman por atalaya para visualizar la ciudad de Lima).
Foto: Javier Cuentas M. (Gallinazo7 posando con alas desplegadas sobre la cabeza del indio).
7. Gallinazo: El gallinazo es un buitre americano. Es el ave de la ciudad de Lima pues ha estado presente en su historia, arte y literatura, y es parte del paisaje de la capital del Perú. El gallinazo ha hurgado desde siempre en los basurales de la ciudad, pues vive de la carroña y de los alimentos en descomposición. Recordemos también que en la época colonial muchas acequias prehispánicas acumulaban desperdicios de los mercados y de los transeúntes, pues estaban expuestas al aire libre. A través de los siglos, gracias a la labor silenciosa de los gallinazos, se ha prevenido enfermedades, y por esa razón se evitaba matarlos. <http://blog.pucp.edu.pe/blog/limapah/2016/11/23/el-gallinazo-ave-de-lima/>
4) VERSIONES SOBRE LA CONSTRUCCIÓN DEL MIRADOR
                                       Con respecto al mirador se tejió una series de versiones pseudo históricas carentes de pruebas documentarias, quizás la majestuosidad y esplendor que gozó dicho recinto en su tiempo despertó hipótesis febriles, siendo la más conocida que era un lugar donde el virrey Manuel Amat y Juniet tenía sus romances con Micaela Villegas. He aquí las versiones sobre la construcción del mencionado mirador.

a) Se dice que el propietario de la plaza de Acho don Agustín Hipólito de Landaburú y Rivera, era amigo y socio de Francisco Esteban de Ingunza y Basualdo quien era un notable y encopetado vecino de Lima del siglo XVIII, muy aficionado a la corrida de toros. La chismografía limeña señala que el virrey Manuel Amat le prohibió el ingreso a la plaza de Acho, debido a un pleito que tuvo con el constructor Hipólito de Landaburú. A lo que el notable Ingunza no se quedó con los brazos cruzados, adquirió un solar contiguo y construyó el mirador. Lo que no es verdad, lo cual se puede corroborar por las diferencias de fechas.

b) Otra versión que se ha dado por aceptado es la que don Francisco Esteban de Ingunza y Basualdo no quería rendir pleitesía al virrey don Manuel Amat y Juniet, y por tal motivo el doctor Ingunza creo la forma de eludir al virrey y no dejar de ver las corridas de toros. Dicha tesis histórica tampoco es verídica, pues dichos personajes llevaban casi cien de diferencia cronológica.

c) También la versión de que es una construcción colonial, pues fue mandada a construir por el virrey Manuel Amat y Juniet para disfrutar de las corridas de toros junto con su amante María Micaela Villegas Hurtado, "La Perricholi". Dichos amantes, no sólo contemplaban las corridas de toros, sino que daban rienda suelta a sus amoríos. Lo cual no es correcto, pues dicho mirador fue construido en 1958, además para dicha fecha la pareja colonial ya habían fallecido.
                                     Todas estas hipótesis no son más especulaciones históricas, pues las investigaciones demuestran que la plaza de Acho se inauguró el 30 de enero de 1766 con asistencia del virrey Manuel Amat y Juniet y de Agustín Hipólito de Landaburú y Rivera. Por otra parte la construcción e inauguración del mirador de don Francisco Esteban de Ingunza y Basualdo fue en diciembre de 1858. Por lo que entre ambas fechas hay casi cien años entre una construcción y otra.
                                           Al inaugurarse el mirador de Ingunza en 1858, los propietarios de la plaza de Acho don Agustín Hipólito de Landaburú y Rivera, y su hijo don Agustín Leonardo de Landaburú y Belsunse, ya habían fallecido.
                                           Asimismo, es de saber que el virrey don Manuel Amat y Juniet, falleció en 1782, y su hijo don Manuel Amat y Villegas, que nació el 13 de noviembre de 1770, para 1858 ambos ya habían fallecido, y por último, doña María Micaela Villegas Hurtado "La Perricholi", también había fallecido en la localidad del Rímac el 16 de mayo de 1819, cuarenta años antes de la inauguración del "Mirador de Ingunza". Por lo que los personajes que según las versiones que se divulgaban no tienen relación alguna con el mirador.
                                             Pero mientras tanto, dicho mirador seguirá resistiendo el paso del tiempo, esperando que las autoridades pertinentes tomen el interés del caso, a fin de restaurarlo y puesta en valor como patrimonio de nuestro legado histórico.


                BIBLIOGRAFÍA
thttps://dikeyfernandez.es.tl/H-d--El-Mirador-de-Ingunza.htm
thttp://plazadeacho.galeon.com/miradoringunza.html
thttp:biblioteca.cchc.cl/datafiles/20113.pdf
thttp://blog.pucp.edu.pe/blog/labibliotecamarquense/2011/01/14/historia-y-anecdota-del-mirador-ingunza/

jueves, 1 de febrero de 2018

LA HACIENDA TUMÁN
Por: Enrique CHIRINOS SOTO
Político, periodista y escritor peruano











              Los trabajadores de la Hacienda Tumán han optado, en libre referendum, por dejar de ser cooperativa agraria de producción para convertirse en una sociedad mercantil.
                                              Tumán representa una página muy amplia en la historia del Perú. Fue adquirida por doña Mariana Barrera de Pardo el 25 de mayo de 1872, seis meses antes de que su esposo, don Manuel Pardo y Lavalle, expresidente de la República, fuera asesinado cuando se desempeñaba como Presidente del Senado. Don Manuel Pardo era hijo de don Felipe Pardo y Aliaga, ilustre poeta satírico de corte clásico, así como prominente personaje de nuestra escena pública, con sobresaliente actuación en los regímenes revolucionarios de Felipe Santiago Salaverry y de Manuel Ignacio de Vivanco y en el primer gobierno co constitucional de Ramón Castilla.
Manuel Pardo y Lavalle (1834 - 1878)
Fundador del Partido Civil (Primer partido político del Perú)
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                                             Don Felipe Pardo y Aliaga fue hijo de don Manuel Pardo y Rivadeneira, oidor primero de la Audiencia de Lima y en seguida Regente de la del Cusco. Fue discípulo en España de don Alberto Rodríguez de Lista y Aragón. A la calle que llevaba, en el centro de Madrid, el nombre de Lista se le ha sustituido últimamente por el de don José Ortega y Gasset. Merecido homenaje para el ilustre filósofo, pero no había por qué condenar a Lista al olvido.
                                           Tumán se mantuvo en manos de la familia Pardo en el curso de generaciones sucesivas: de la viuda de don Manuel Pardo, pasó a sus hijos, los Pardo Barrera, unos de estos, don José Pardo Barrera, fue Presidente Constitucional de la República en dos períodos (1904 - 08) y (1915 - 19). Fue derrocado injustamente el 4 de julio de 1919, acusado sin fundamento de preparar una maniobra para arrebatar a don Augusto Bernardino Leguía el triunfo que había obtenido en las urnas y para entregar la presidencia a una de las conspicuas personalidades del Partido Civil, probablemente don Francisco Tudela y Barrera (ex Presidente de la Cámara de Diputados, ex Presidente del Consejo de Ministros, abuelo del actual Ministro de Relaciones Exteriores). Desde el exilio, Pardo negó el cargo. En sus memorias, seguramente se explaya sobre el tema: pero sus descendientes, hasta la fecha no se animan a publicar esas memorias, las que juzgo indispensables para mejor entender nuestra  historia del siglo XX.
Augusto Bernardino Leguía Salcedo (1863 - 1932)
(1908 - 1912) Primer gobierno
(1919 - 1930) Oncenio
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                                              Después de los Pardo y Barrera, han sido propietarios o accionistas de Tumán, los Pardo Heeren (como don Juan, quien fue Ministro de Hacienda en el segundo gobierno de Manuel Prado), así como los Pardo Althaus (don Juan, tocayo y primo-hermano del anterior, era miembro del directorio de La Prensa, al ingresar yo a trabajar en ese diario, como editorialista en 1952; muchos años más tarde, me llamó para que me desempeñara como secretario y asesor legal del comité azucarero en la Sociedad Nacional Agraria); y los Ayulo Pardo (como don Enrique, quien fue muchos años Presidente del Directorio del Banco de Crédito). Mi relación de nietos de don Manuel Pardo no pretende ser exhaustiva aunque bien puedo mencionar el nombre de Francisco Pardo Mesones, al presente congresista de la República.
                                           Don Juan Pardo Heeren fue hombre de múltiples empresas. Le interesó el periodismo y adquirió una cadena de diarios en provincias, el más importante de los cuales fue El Pueblo de Arequipa, que entregó desinteresadamente a abogados arequipeños y democristianos. Gracias a la cual, éstos llegaron al Parlamento en las elecciones de 1956. También se interesó don Juan Pardo por la alta calidad  de la enseñanza superior. Fundó, para ello, la Universidad del Pacífico. A mí, siendo yo muy joven, me invitó a dictar allí un cursillo de Derecho Constitucional. Así me estrené en la enseñanza de esa materia. Pienso que estaba don Juan en carrera para la presidencia de la República; pero la muerte aleve se lo llevó tempranamente.
                                          Al aceptar Pardo Heeren la cartera de Hacienda de manos de Manuel Prado, muchos pensaron en Lima que se había producido una reconciliación histórica entre la familia Pardo y la familia Prado, en el entendido de que los Prado habían conspirado con Leguía contra don José Pardo en 1919. Alguna vez, en conversación íntima con el Presidente Prado, viajando con él en avión a Buenos Aires y sentado yo a su vera, don Manuel me negó vehementemente esa versión. Me dijo que los Prado, en 1914, habían  conspirado con Benavides contra Billinghurst, pero no en 1919 contra Leguía. Al caer Pardo y subir Leguía, la Asamblea Constituyente entonces convocada fue presidida por don Javier Prado, quién había de fallecer súbitamente cuando ejercía el rectorado de San Marcos y se había alejado del régimen. Elegidos diputados don Jorge y don Manuel Prado, fueron sin embargo, deportados por el mismo Leguía. De los Prado se ha dicho que eran la rama borbónica del civilismo; y los del Prado que eran la rama orleanista
                                           Tumán era un muy próspero ingenio azucarero, seguramente el más importante a continuación de Casagrande, este último uno de los mejores del mundo, propiedad de la poderosa familia Gildemeister. Casagrande como Pomalca, Cayaltí, Cartavio y, en Arequipa, Pampablanca (propiedad de la familia Lira) y Chucarapi, antigua propiedad de los López de Romaña, quien sucedió a Piérola en 1899; y entregó constitucionalmente el mando a don Manuel Candamo en 1903, todos los ingenios han escogido libremente transformarse en sociedades mercantiles.
                                             Es la lápida que faltaba para la desastrosa reforma agraria de la dictadura. Hay que señalar, con vergüenza que, entre todos los ingenios expropiados, y lo fueron todos, sólo se pagó la expropiación, en dólares constantes y sonantes, a la firma norteamericana Grace, propietaria de Paramonga y Cayaltí. Los peruanos fueron confiscados -se pretendió efectuar el pago en bonos a veinte años que rendían cuatro por ciento de interés anual-. Con estos despreciables papeles, a los duelos de Tumán se les arrebataron hasta los saldos favorables en dólares en sus cuentas corrientes en bancos norteamericanos. El dinero, en mi entender, es inexpropiable, puesto que la expropiación consiste en pagar con dinero -no otro dinero- sino bienes cuyo valor se calcula también en monedas.
                                         La Reforma Agraria de la dictadura no tuvo por objeto mejorar la producción ni la productividad ni difundir y consolidar la pequeña y la mediana propiedad; no convertir a los proletarios en propietarios. Los proletarios siguieron siendo tales, provistos de un iluso título de propiedad. La Reforma Agraria tuvo, por objeto, según el dictador, "quebrar el espinazo de la oligarquía", y tuvo como resultado inferirle al Perú el mayor desastre que nuestro país ha conocido desde la guerra del Pacífico.
                           



Publicado en:
EL COMERCIO
Sección A
16 de julio de 1996