Por: ENRIQUE CHIRINOS SOTO (Historiador peruano)
José Luis Bustamente y Rivero fue elegido el 10 de junio de 1945 con trescientos mil votos en números redondos. El entonces general Eloy G. Ureta, obtuvo ciento cincuenta mil. Esa proporción de dos a uno es la mayor que se registra hasta la fecha la historia del voto secreto en el Perú.
Bustamante y Rivero sume el mando supremo el 28 de julio de 1945. Tres años y tres meses más tarde, casi día por día, es derrocado, sin que se disparase un balazo ni se derramó una gota de sangre, por la sublevación que encabezara, desde Arequipa, el general Manuel A. Odría. había sido éste Ministro de Gobierno pero ya no lo era. No es, pues, exacto pretender que Odría traicionó a Bustamante y Rivero. Entre el gabinete militar -del que odría formaba parte- y Bustamante y Rivero, se produce el rompimiento que consiste en que el gabinete quería poner al Apra fuera de la ley, y Bustamante y Rivero, se resistía a aceptar esta medida.
El hecho es que los partidos y movimientos que había integrado el FDN o Fondo Democrático Nacional se querellan los unos con los otros. El propio FDN entra en proceso de decaimiento, agonía y disolución. B. y R. se divorcia ostensiblemente del aprismo desde fines de febrero de 1948. La derecha y el APRA, cada uno por cuenta separada, conspiran contra B. y R. Fracasa el alzamiento aprista de 3 de octubre de 1948. Triunfa, en cambio, el pronunciamiento militar del 27 del mismo mes y año. Todo ello ¿Por qué?
En sus memorias (1), Javier de Belaunde me cita en extenso, si bien con una salvedad: dice que no está de acuerdo con mi opinión, aunque no precisa en qué no está de acuerdo. Reproduzco la cita, salvando errores que presumo de imprenta: "Tengo, para mí, que uno de los motivos determinantes del fracaso del experimento democrático que se inicia en 1945, es la manifiesta incompatibilidad psicológica entre Bustamante y Haya. Bustamante es introvertido. Haya, extrovertido, Bustamante es de Arequipa, Haya de Trujillo. Ambos son provincianos, aristócratas, escasos medios de fortuna. Bustamante no conoce Lima. Apenas ha estado el corto tiempo en qué sirvió a Sánchez Cerro como ministro de justicia. Haya reside en Lima, con la interrupción del largo destierro que sufre bajo Leguía. Bustamante es hombre de gabinete. Haya es conductor de multitudes, intelectualmente, el género de Bustamante es la prosa poética o el análisis jurídico. El de Haya es la oratoria. Bustamante está mejor que nunca cuando escribe. Haya cuando habla. Bustamante propende acaso a creer que Haya quiere mandarlo. Haya propende tal vez a creer que Bustamante no le es leal. He allí, en resumen una inmensa desgracia para el Perú" (2).
Yo digo esa manifiesta incompatibilidad psicológica es uno de los motivos del fracaso del FDN. No digo que sea el único. Ni siquiera el principio. Se que hay muchas otras causas. Una de ellas es. sin duda, la mala política económica. B y R, tuvo la mala intención de evolucionar hacia una economía de liberta de cambios y de comercio, una economía de mercado diríamos hoy. Prueba de ello es que Rómulo Ferrero fue su primer ministro de Hacienda en el gabinete de Belaunde y también el último, en el gabinete de Revoredo. Pero, entre tanto, la situación se descompuso bajo el peso asfixiante de los controles, los estanquillos, el mercado negro, las colas para adquirir artículos de primerísima necesidad. Siendo ministro de Hacienda Manuel Vásquez Díaz (gabinete Portugal), el gobierno echo mano a las cajas privadas de los bancos para adueñarse, a precio vil, del oro y la moneda extranjera de propiedad de particulares.
La derecha combatió al APRA, especialmente a raíz del asesinato de Francisco Graña Garland, director de la Prensa, el 7 de enero de 1947. También la derecha combatió a B y R. en la medida en que no lo veía suficientemente enérgico contra el APRA. Pero imaginar por ejemplo que don Pedro Beltrán se enfrentaba al régimen sólo a fin de conseguir una mejor cotización del dolar para sus modestos sembríos de algodón en Cañete, sería temprana injusticia. Beltrán, como Ludwing von Mises y como Milton Friedman, creía en el libre cambio, política que se ha impuesto en el mundo contemporáneo y de la que don Pedro es precursor lúcido.
También hubo una profunda crisis institucional. Una minoría de senadores se negó, en 1947, a dar qoúrum para la instalación de la Camara Alta. Tampoco pudo funcionar, por eso, la cámara de diputados. A falta de Congreso, B y R, tuvo, muy a pesar suyo, que ejercer atribuciones de dictador, y expedir así decretos supremos con fuerza de ley, B y R, no quiso, en nombre de la independencia de poderes, organizar una mayoría parlamentaria propia. En sus memorias (3), dice: "Yo no estuve dispuesto en ningún momento a mirar a los legisladores con visión de rebaño o de comparsa de fantoches: ya era tiempo de desterrar de la política parlamentaria la vigilancia del pastor o la injerencia del titiritero".
A la caída de B. y R, en El Deber de Arequipa de 3 de noviembre de 1948, sostuve, entre otros conceptos, los siguientes: "El hombre Bustamante y Rivero se halla hoy apartado de la política. El concepto Bustamante y Rivero vivirá en ella permanentemente...El régimen de juridicidad por él preconizado, es decir, un régimen con firme sustentación ética cuyo distintivo lo constituyen el respeto a la ley, la coexistencia de ideologías encontradas, y la comunión de todas, de amigos y adversarios, en el mismo ideal de tolerancia y patriotismo, recibirá algún día sólida y definitiva expresión".
(1) Javier de Belaunde Ruiz de Somocurcio. Político por vocación. Testimonio y Memorias. Lima. 1996.
(2) Enrique Chirinos Soto. Historia de la República, Lima 1977, primera edición (va por la cuarta).
(3) José Luis Bustamante y Rivero. Tres años de lucha por la democracia en el Perú. Buenos Aires. 1949.
Publicado en el diario El Comercio
Sección: Opinión, página A2
Fecha: Lima, martes 21 de enero de 1997.
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