lunes, 11 de enero de 2021

 CASA DE OSAMBELA O CASA DE OQUENDO

                                                                                           Es una casona de la época virreinal ubicada en la calle Veracruz (hoy Jirón Conde de Superunda 298), por lo tanto se encuentra del casco del centro histórico de Lima. constituye una de las casonas más grandes del centro de Lima y se destaca por su amplia fachada y numerosos balcones.

                                         Su construcción data de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, es decir terminada entre 1803 - 1805. En cuanto a estilo arquitectónico posee huellas del neoclasico pero resalta la influencia francesa del rococó en la decoración.

                                         Según la información existente recogida por Bernardo Moravsky en su libro Casa de Osambela o de Oquendo, publicada por la Corporación de Turismo del Perú, en 1964. Moravsky, explica que en cuanto a la titulación del predio existió un proceso. Que empieza que el terreno donde hoy se encuentra la Casa de Osambela era de propiedad del Convento de Santo Domingo, esta institución religiosa vende al comerciante y militar español don Martín de Osambela, el o de mayo de 1807. La causa de dicha venta, es que la iglesia no tenía los medios pecuniarios para reedificar parte del convento, el área vendida correspondía al Noviciado que era un solar del Convento de Santo Domingo, que para ese entonces se encontraba arruinado y casi destruido debido al terremoto de 1746. Es de saber que Martín de Osambela no tuvo ningún título nobiliario, él sólo fue un rico banquero, naviero y comerciante.

                                            Respecto a la venta de dicho predio, He aquí un extracto del trabajo de Teodoro Hampe Martínez titulado "Don Martín Osambela, comerciante navarro de los siglos XVIII / XIX, y su descendencia en el Perú". Publicado en Anuario de Estudios Americanos. Vol 58 N° 1 (2001). PDF. <<El levantamiento de esta magnífica casona fue posible, ante todo, gracias a las óptimas relaciones de Osambela con los frailes de la orden de Santo Domingo, quienes en realidad le cedieron —por venta enfitéutica * al plazo de 150 años— una parte de su “convento grande” dedicado a Nuestra Señora del Rosario. Dicha venta, efectuada el 16 de mayo de 1807 ante el escribano limeño Justo Mendoza y Toledo, comprendía el antiguo noviciado de los dominicos y una parte de la huerta del convento, que habían quedado en estado ruinoso luego del desolador terremoto de 1746.

                                                Por no hallarse con medios suficientes para reedificar aquella porción del convento, los frailes reunidos en capítulo (bajo la presidencia del maestro prior,  fray  Joaquín  Molleda)  decidieron  entregar  la  finca  al  uso  del  rico comerciante Osambela. El terreno comprendía 38 varas de frente (31,76 m.)sobre la calle y 33 varas de fondo (27,58 m.) hacia el interior del convento y recibió  el  precio  —bastante  cómodo,  en  verdad—  de  10.000  pesos;  para satisfacer el derecho de uso de esta superficie, el adquiriente se comprometía a pagar sólo una renta de 300 pesos al año. La cláusula quinta del citado convenio fijaba que Osambela “ha de poseer la finca que labrase por el espacio de ciento cincuenta años y, finalizados estos, si el convento quisiere reasumirla, le ha de pagar la mitad del valor de lo labrado, a justa tasación”.

                                           Con tan favorables condiciones, no tardó en levantarse allí, a dos cuadras de la plaza mayor de Lima, la espléndida morada del comerciante navarro, quien dio remate a la primera parte de la obra en el año 1808, tal como lo declara  con  orgullo una  inscripción sobre  la  entrada  principal. 

                                             Poderosas influencias debió de mover don Martín a fin de que el cabildo municipal le ofreciera permiso para levantar un edificio de más de dos plantas, límite que se había estatuido en resguardo de los movimientos sísmicos: en efecto, la casona luce —todavía hoy— un tercer nivel sobre el portalón de entrada (con tres ventadas sobre la calle), y encima un gracioso mirador de traza octagonal  y  reminiscencias  moriscas,  rodeado  de  un  largo  barandal,  el  cual  ha hecho las delicias de los cronistas y visitantes de la capital desde hace varias generaciones. Como  lo  hemos  podido  comprobar  personalmente,  dicho mirador sirve para observar la llegada de los barcos al puerto del Callao, ubicado a dos leguas de distancia>>. Pág 88 - 89.


* Figura contractual que hace nacer la obligación de futura constitución de un derecho real de enfiteusis (es un derecho real que supone la cesión temporal del dominio útil de un inmueble a cambio del pago anual de un canon o rédito)  sobre un determinado bien inmueble. 


                                           Es de saber que don Martín de Osambela estuvo casado con Mariana de Ureta y Bermúdez, casándose a una edad muy avanzada. Cuando el Libertador estuvo por Lima, Martín de Osambela fue muy obsequioso con José de San Martín al ofrecerle permitir que su alhajada casona sea el escenario de un "sarao" (Reunión nocturna de personas de distinción para divertirse con baile música) para el gran baile que el Libertador ofreció a la sociedad limeña, asimismo fue el lugar de alojamiento del Libertador después de proclamar la independencia del Perú.

                                                 Pero tras la retirada de "El Protector", la situación expectante que ocupaba don Martín de Osambela cambió bruscamente y se transformó al igual que José Bernardo de Torre Tagle en uno de los refugiados en los Castillos del Callao (Fortaleza del Real Felipe), donde falleció al igual que Torre Tagle víctima del escorbuto. Dejando como viuda a doña Mariana Ureta y Bermúdez con quién tuvo cinco hijos. Todos estos acontecimientos se dieron durante la era bolivariana.

                                                 Durante la presencia de Simón Bolívar, se sabe que ordenó la confiscación de bienes y/o cobrar cupos a las familias nobles a fin de terminar la guerra, por lo que también Martín de Osambela fue objeto de "cupos" por parte de los patriotas. Ello originó en la familia Osambela liquidara muchos de sus bienes a fin de pagar las deudas contraídas en los momentos angustiosos a que obligaban los "cupos". 

                                                 En 1840, muchos años después del fallecimiento de Martín de Osambela, debido a las deudas contraídas con particulares, la viuda doña Mariana Ureta y Bermúdez decide la tasación de la casa principal a fin de honrar la deuda. Pues doña Manuela Meza, esposa de don Francisco Antonio de Goytizolo le inicia un juicio por deudas, lo que termina con la pérdida del juicio iniciado por la señora de Goytizolo, por lo que en 1854 la propiedad inmueble cambia de mano. La señora Goytizolo permanece por un tiempo como la adjudicataria, quien no al tener sucesión o descendencia del señor Goytizolo, el 11 de octubre de 1854 por testamento lega a don José de la Asunción Oquendo, quien era un abogado del Tribunal de Justicia y vecino notable de la ciudad, a partir del cual dicha residencia será conocida como Casa Oquendo. Por más que iniciaron reclamos a fin de recuperar la "Casa de Osambela", los hijos de don Martín y de doña Mariana no lo lograron y quedaron desposeídos de la mansión.

                                                 En la actualidad mediante Decreto de Ley N° 22677, publicado en el diario oficial El Peruano el 11 de setiembre de 1979, se convirtió en local del Centro Cultural Inca Garcilaso de la Vega. 

 

FACHADA
                                         Según los reportes, esta mansión que perteneció a don Martín de Osambela. Fue una de las casas mas altas de la ciudad con sus cuatro niveles, que incluía la torre mirador desde donde cuenta la tradición don Martín de Osambela veía la llegada de los barcos con su mercancía al Callao. La fachada de la Casa de Osambela es de estilo neoclásico, con reminiscencias del rococó francés. Muestra cinco balcones de estilo Luis XVI, ornamentados con guirnaldas y acompañados por tres balcones de antepecho. Se sabe que los materiales para su construcción son la cal y canto, además usadas fueron cedro traídos desde Nicaragua, pues desde Centroamérica era más fácil traerlo en la época colonial que traerlo de la selva peruana.
                                           Al respecto el arquitecto Héctor Velarde Bergmann en el prólogo del libro que se mencionó anteriormente, expresa lo siguiente: <<Se trata de un ejemplo de fines del siglo XVIII  y primeros años del siglo XIX, de gran categoría arquitectónica, no precisamente por su pureza de estilo de una época determinada, sino por la fusión en una sola unidad, característica de nuestra arquitectura, a través de las diferentes etapas artísticas que hemos vivido desde el virreinato hasta los primeros días de la independencia. Aunque la casa fue terminada entre 1803 y 1805 en su aspecto actual, su arquitectura permanece aún perfectamente dieciochesca y luce mucho de las galas de Luis XVI y reminiscencias de Luis XV; portada con pilastras neoclásicas de capiteles jónicos con guirnaldas, típicas del estilo, arco rebajado en segmento de círculo, perillones en forma de copas con flores, superposición central a la entrada de vanos en tres pisos con continuidad plástica vertical y de poco relieve a la manera francesa. Es notable que ese sentido de verticalidad se acentúa aún más por el mirador, tan limeño, que remata y exalta, por contraste y con tanta elocuencia, la amplia y rítmica horizontalidad de la fachada. De ese minarete, cubierto por una pequeña cúpula de silueta musulmana, parece que el primer propietario de la casa, el banquero español Osambela, observaba con largavista la entrada de los galeones al Callao...>>

Foto: Lima una Historia. (Observese los cinco balcones y las originales puertas de tiendas en vez de ventanas, tal como es hoy en día).



*Foto: Lima una Historia (Diagrama de la fachada de la Casa de Osambela)




* Vista de la Casa de Osambela - Oquendo.






* Vista del imafronte o fachada principal de la Casa de Osambela, nótese los cuatro pisos de dicha residencia que terminaba en un minarete con cúpula de silueta musulmana.

Balcones y el mirador cubierto por una pequeña cúpula de silueta musulmana.



* Como parte de su arquitectura, en su portón principal solo queda una aldaba, pues eran dos pero una fue sustraída. Asimismo en la parte superior de su portada se halla en altorrelieve dos jarrones conteniendo flores.



Nota: las fotos son de mi autoría, excepto las que se menciona su procedencia.





          Bibliografía

- https://issuu.com/nomadex/docs/la_casa_de_osambela_o_de_oquendo

- http://estudiosamericanos.revistas.csic.es/index.php/estudiosamericanos/article/view/229/233

- http://www.limalaunica.pe/2015/09/algunos-datos-sobre-la-casa-de-osambela.html





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